Existen de diversas formas, diversos colores, diversos tamaños, pero las alfombras siempre están presentes en prácticamente cualquier hogar de familia. Algunos las prefieren a cuadros, otros con distintos diseños, dibujos y en diferentes espacios de la casa. El salón suele ser un lugar perfecto para la alfombra más deslumbrante de la casa, así como también las habitaciones y el recibidor. Por lo general, se ubican debajo de los muebles o al pie del sofá para provocar el maravilloso contraste que genere una personalidad única por completo. En las habitaciones es frecuente que se vea al borde de la cama y acompañe la ilustración de la pieza.
Formas y diseños
Las principales formas que encontramos cuando de decorar una alfombra se trata son los cuadros o simplemente las alfombras lisas. Los cuadros acompañan un diseño de contraste con las paredes que acompañan el sitio a decorar y dan personalidad además de belleza en el lugar más habitado de la casa. Los muebles suelen combinar sus colores con ellas y los electrodomésticos como el televisor también. También las hay con dibujos o frases, sobre todo cercano a la puerta de ingreso. Eso da bienvenida a las visitas y a los habitantes de la casa, que buscan sentirse muy identificados al estar allí.
Colores que dan personalidad
Los principales colores que se utilizan para decorar una alfombra son el blanco, negro y el rojo. El blanco y negro combinados buscan resaltar el contraste sobre todo en las alfombras a cuadros o a rayas. La alfombra roja viste de elegancia al sitio donde se habita y simula un ambiente de gala e importante. Sin dudas, son protagonistas de la casa y hay que saber elegirlas a la perfección, sin perder de vista los más mínimos detalles.