Las piscinas de interior son espacios muy deseados en los hogares, ya sea por la calma que transmiten o por el placer que evocan de sumergirse en el agua y sentir paz y tranquilidad.
El concepto de piscina se remonta a la palabra piscis – pez en latín – que se basaba en una estructura repleta de agua donde depositaban unos peces que se comían las larvas de los insectos, para así limpiar esa agua. De ahí en adelante, se ha visto una clara evolución de la percepción de las piscinas, pasando por una gran variedad de diseños.
A continuación, recopilamos los tres estilos de piscinas interiores que mejor se ajustan a cualquier vivienda.
Un santuario de gres y bambú
Las piscinas alargadas con un toque boho muy sinuoso son una de las apuestas más deseadas. Se combinan espacios donde el blanco cobra gran protagonismo con tonos muy suaves que evocan la tendencia eco, como cañas de bambú, paredes amaderadas o plantas de tiro alto.
Se apuesta por crear un contraste con agua color turquesa sostenida sobre estructuras de gres con tonos grisáceos y hay una clara inclinación por las piscinas climatizadas con cascada ancha que aportan un efecto SPA muy atractivo.
Entre cristales
Para hogares con vistas de infarto, es preferible optar por piscinas con estructuras de cristal para darle un efecto óptico innovador. Existen dos tipos de bases únicas: el mismo cristal que se utiliza para limitar la piscina de efecto pasillo o bien microcemento pulido con un toque industrial y moderno.
Lo ideal es buscar estructuras con espacios geométricos muy lineales y selectos
Majestuosidad al completo
Por último, existen piscinas majestuosas combinadas con tonos soft modernistas; es habitual encontrar estructuras muy aplanadas con pilares que sujetan la pool área con suelos y paredes revestidas de mármol blanco y grietas grises.
Cubriremos toda la zona con colores blancos, exceptuando la piscina que destacará por su azul celeste y complementos gris oscuro y añadiremos unas hamacas y una mesa con acabados ondulados. También resulta interesante optar por cortinas blancas con caída para separar las distintas hamacas y crear espacios íntimos.