En decoración de interiores, así como en otros ámbitos como la moda o el diseño, el estilo vintage es entendido como aquél que incluye elementos y mobiliario que no llegan a catalogarse como antigüedades pero que se inspiran en momentos de esplendor vividos varias décadas atrás.
Durante los últimos años su popularidad ha ido in crescendo y son muchos los que han decidido dar un giro de 360 grados a su vivienda optando por un ambiente old fashioned, con aires delicados a la vez que románticos.
Muebles con mucha personalidad
Mesas, sillas, estanterías, cómodas, butacas, sofás… es muy importante trabajar la estética del mobiliario para conseguir un resultado brillante que nos permita transportarnos al pasado en cada espacio de la vivienda.
Los muebles envejecidos o desgastados son un acierto asegurado. Si se dispone de tiempo – y ganas – se puede valorar la opción de adquirir uno viejo y restaurarlo. En caso contrario existen multitud de tiendas que comercializan una amplia variedad de opciones al más puro estilo retro.
Hay que tener en cuenta que hay muebles muy propios de la década de los años 50 y 60 como los muebles bares, los aparadores, las vitrinas o las alacenas, entre otros. Gracias a estos, el trabajo estará mejor logrado.
Detalles que marcan la diferencia
El capitoné es, sin duda alguna, una de las técnicas de tapizado más representativas del S.XIX y S.XX. Incluso en la actualidad esta tendencia ha traspasado las barreras de la decoración de interiores llegando al sector de la moda donde ha arraigado fuertemente en algunos modelos de colecciones de calzado y accesorios, como bolsos y carteras.
El sofá Chesterfield de cuero envejecido es el modelo más icónico y más demandado que sigue las bases de esta técnica. Imprescindible para aquellos que quieran conseguir un estilo más elegante.
Otros detalles que ayudarán a recrear un ambiente vintage son la utilización de las ventanas a modo de estanterías, para colocar libros o plantas; la incorporación de vidrieras en las puertas; el uso de papel pintado en alguna pared o la inclusión de elementos antiguos decorativos, como cámaras de cajón.