El dorado, fiel representante del sol, la riqueza y el poder, se presenta en los hogares para proclamarse como el nuevo must have en lo que a interiorismo se refiere. A lo largo de la historia, el color oro ha sido considerado como el referente de la realeza, la fortaleza y los cultos religiosos, como podemos ver en los halos y artefactos de diferentes dioses.
Cada vez más, veremos como el dorado va ganando presencia en los detalles de las casas más gloriosas. Hoy hablaremos de las distintas formas para introducir este tono en la vivienda.
Golden details
Hoy en día no necesitamos disponer de grandes superficies con tonalidades doradas para presentar un hogar con glamour y elegancia, sino que es suficiente optar por pequeñas piezas decorativas para conseguir un ambiente acogedor de manera sutil.
En el salón se puede optar por aplicar el dorado sobre las costuras de los cojines de un sofá liso o en las patas de un sofá clásico-vintage. También es recurrente apostar por mesas metálicas de centro, con tonos bronce y áureo sujetas por patas largas y finas.
Pequeños grandes espacios
En los espacios cerrados, como el baño y la habitación, observamos un gran repertorio de artefactos con detalles dorados que ayudan a transmitir mucha calidez, como por ejemplo una maceta de vidrio con bordes dorados o un espejo definido por un golden frame. Al mismo tiempo, podemos optar por emplazar pequeños elementos all gold como tarros y grifos para presumir de un baño lujuriosos, pero sin cruzar la línea de la excentricidad.
La joya de la corona
Las luces, a su vez, se han convertido en uno de los elementos clave para la decoración gold. Desde lámparas de bombilla colgante hasta luces empotrables, descubrimos como nos pueden seducir con dorados más tostados y amarillentos.
Respecto a la cocina, nos adentraremos hacia la cubertería para darle un toque Kitsch pero muy refinado. Con cubiertos envueltos de oro y platos con ornamentos vintage daremos las cenas más exquisitas.