La globalización es un concepto que va mucho más allá de las macroeconomías mundiales. Se trata de un movimiento por el cual, las tendencias y los estilos viajan de país en país para dejar su poso en la cultura, la moda, la decoración de interiores y la forma de vida. En este contexto, el estilo parisino, vuelve a ser tendencia.
Los colores, las formas y los techos altos forman parte de su identidad, así como el uso de la madera y la inclusión de detalles al más puro estilo barroco. Las mezclas de materiales y textiles son algunas de las claves que hay que conocer si interesa llevar los Campos Elíseos hasta el salón de casa.
Mezcla de textiles y materiales
Para descubrir este estilo y trasladarlo a nuestra vivienda es importante indagar en los grandes pisos del centro parisino, caracterizados por la construcción de altos techos y el uso de alfombras, con el objetivo de mantener el suelo caliente en el helado invierno de París.
Las alfombras, por tanto, son uno de los elementos decorativos básicos de este estilo. No obstante, hay que destacar que también se puede optar por tapices y otros textiles como los cojines de colores llamativos – especialmente rojos, dorados y verdes –.
Por su parte, la madera se posiciona como el material más recurrente gracias a su versatilidad, elegancia y delicadeza. Su capacidad para amoldarse a todo tipo de inmuebles, del tamaño que sean, lo convierten en el perfecto aliado para conseguir un toque señorial y con clase.
Iluminación clásica y otros detalles representativos
Las lámparas de araña, también son una forma de aportar el clasismo que demanda el estilo parisino. La mayoría de ellas, de cristal, cuentan con diferentes extensiones que aportan a la vivienda un toque al más puro estilo Versalles. Se trata de lámparas llamativas, de colores vivos que deben tener un lugar protagonista.
De la misma manera, las obras de arte y el respeto por la estructura original de la casa, son otros aspectos importantes del estilo.